Desde hace unos años hay esenciales métodos para valorar la calidad físico-química del terreno a través de catas de tierra y su siguiente estudio con el propósito de permitir una mejor administración del viñedo.
No se puede excluir el conocimiento del contenido de substancias nutritivas del suelo y del estando nutricional en que se halla el cultivo si se quiere proponer adecuadamente la producción de un viñedo y asimismo eludir exceso en los abonos que puede ser perjudicial tanto para el producto final para el medioambiente. Para un adecuado mantenimiento de la viña hay que tomar medidas para prevenir faltas y al tiempo sostener un conveniente nivel nutritivo del viñedo.
El análisis físico-químico del terreno, aparte de complementar el análisis de las hojas en los abonos de producción, ofrece información esencial para actuar apropiadamente a lo largo del instante de la plantación y en la administración del viñedo permitiendo:
– Prever una aportación de los elementos nutritivos ausentes.
– Efectuar correcciones en terrenos anormales como ácidos y salinos.
– Escoger el portaingerto que se adapte mejor a las condiciones del suelo.
– Prever el comportamiento de los fertilizantes que se utilizarán en el viñedo y, por lo tanto, escoger los más eficientes.
Hay que tener en cuenta que no solo basta el análisis del terreno para conseguir toda la información precisa.
El resultado productivo de la viña es fruto de complejas interacciones entre la pluralidad, suelo, tiempo, relieve y técnicas de cultivo, que evidentemente, no brotan de un simple análisis.